Trayectoria académica

Último grado de estudios concluido:
Doctorado

Otra formación académica:

Historia profesional, laboral y académica

Mi carrera profesional comenzó en 1984 como Oficial Secretario y Agente del Ministerio Público en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. A partir de 1991, desempeñé diversos cargos en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, entre ellos el de Secretario Proyecti... Mi carrera profesional comenzó en 1984 como Oficial Secretario y Agente del Ministerio Público en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. A partir de 1991, desempeñé diversos cargos en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, entre ellos el de Secretario Proyectista, Secretario de Acuerdos, Juez por Ministerio de Ley y Juez Penal de Primera Instancia dentro del sistema mixto inquisitivo. Posteriormente, asumí el cargo de Juez en el Sistema Procesal Penal Acusatorio, desempeñándome inicialmente como Juez de Control y, más adelante, como integrante de un Tribunal de Enjuiciamiento. Actualmente, ejerzo como Juez en Materia Penal del Sistema Procesal Acusatorio, en funciones como Juez de Control, adscrito a la Unidad de Gestión Judicial número 10, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de la Ciudad de México. En el ámbito académico, he sido catedrático y conferencista en instituciones como la Facultad de Derecho de la UNAM, así como en diversas entidades educativas tanto nacionales como internacionales. He recibido reconocimientos como la Medalla al Mérito Judicial, otorgada por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, varios Doctorados Honoris Causa, y distinciones internacionales, entre ellas la Presea Cesare Beccaria y la designación como Embajador para la Paz. Actualmente, tengo el honor de presidir la Comisión de Juicios Penales Orales del Congreso Nacional de la Abogacía, para el período 2020–2026. Ver más

Visión acerca de la función jurisdiccional y la impartición de justicia

¿Por qué quiere ocupar el cargo de elección popular del Poder Judicial?

Deseo ocupar el cargo de Magistrado en materia penal del Poder Judicial de la Ciudad de México porque estoy convencido de que mi formación académica, mi práctica profesional y mi experiencia en el ámbito de la procuración y administración de justicia me han preparado de manera integral para d... Deseo ocupar el cargo de Magistrado en materia penal del Poder Judicial de la Ciudad de México porque estoy convencido de que mi formación académica, mi práctica profesional y mi experiencia en el ámbito de la procuración y administración de justicia me han preparado de manera integral para desempeñar esta alta responsabilidad. A lo largo de mi carrera, he participado activamente en la impartición de justicia penal, y también he colaborado como docente y conferencista en diversos foros e instituciones educativas, tanto nacionales como internacionales, lo que me ha permitido enriquecer mi perspectiva y fortalecer mi compromiso con el sistema penal acusatorio. Comprendo que, existe entre la ciudadanía una percepción de desconfianza e incertidumbre respecto al actuar de los servidores públicos, aplicadores del derecho que integran el sistema de justicia, especialmente en lo que respecta a la constante vulneración a los derechos humanos, así como a la falta de sensibilidad ante los problemas reales que aquejan a la Ciudad de México. Ante esta realidad, me comprometo a ejercer el cargo con empatía, responsabilidad y plena conciencia que los ciudadanos tienen sobre aquel flagelo social, apegándome en todo momento a los principios de constitucionalidad, legalidad e imparcialidad, con el objetivo de contribuir a que el acceso a la justicia sea una realidad tangible para todas las personas. Considero que cuento con los conocimientos, la experiencia, las destrezas y habilidades, así como con los principios éticos indispensables para ejercer esta función con independencia, autonomía y profesionalismo. Mi propósito es aportar al fortalecimiento del sistema de justicia penal para que sea eficiente, humano y respetuoso de los derechos fundamentales, al momento de a resolver los asuntos sometidos a mi conocimiento con pleno respeto al debido proceso, favoreciendo a la persona de la manera más amplia, conforme lo establecen la Constitución, la legislación aplicable y los tratados internacionales en materia de derechos humanos suscritos y ratificados por el Estado Mexicano. Asumir este cargo representa para mí no sólo un gran reto, sino también una oportunidad para servir con honestidad y transparencia, con la finalidad de consolidar un Poder Judicial confiable, empático y verdaderamente cercano a las necesidades de la sociedad. Ver más

¿Cuál es su visión acerca de la función jurisdiccional y sus propuestas de mejora?

Mi visión de la función jurisdiccional penal es la de un servicio público orientado a la solución oportuna y justa de los conflictos, debe ser una labor profundamente ética, respetuosa del debido proceso y enfocada en la protección de los derechos fundamentales, con firme apego a los principio... Mi visión de la función jurisdiccional penal es la de un servicio público orientado a la solución oportuna y justa de los conflictos, debe ser una labor profundamente ética, respetuosa del debido proceso y enfocada en la protección de los derechos fundamentales, con firme apego a los principios constitucionales. El sistema penal debe ser aplicado con máxima responsabilidad, racionalidad y sensibilidad social. No basta con aplicar la ley; se requiere interpretar la norma con conciencia crítica del contexto, atendiendo a las desigualdades estructurales que atraviesan a quienes acceden al sistema de justicia, ya que es a través de ella que se materializa la justicia, se garantiza la tutela judicial efectiva y se fortalece la confianza ciudadana en las instituciones. Esta función debe ejercerse con independencia, imparcialidad, transparencia y eficiencia. Considero que, actualmente y desde hace muchos años, existe una profunda desconfianza social hacia las instituciones encargadas de la procuración y administración de justicia. Esta desconfianza se relaciona directamente con la deficiente actuación de las policías, agentes del Ministerio Público, jueces y magistrados, lo cual se ve reflejado en los altos niveles de impunidad. La función de un magistrado penal no es únicamente sancionadora. Es también pedagógica, preventiva y restaurativa. La justicia penal debe ser garante, no solo del orden jurídico, sino también de la paz social, la reparación del daño y la reintegración de las personas en conflicto con la ley. Mis propuestas de mejora son: - Fortalecer la formación judicial continua con enfoque en derechos humanos, perspectiva de género e interculturalidad, así como ppromover la certificación de competencias de los operadores del sistema de justicia penal con el objetivo de fortalecer la formación y profesionalización de los integrantes de las instituciones de procuración y administración de justicia; - Que se otorgue independencia orgánica y funcional al Ministerio Público, ya que en la práctica su actuación suele estar sujeta a las políticas institucionales y a las órdenes de superiores jerárquicos. - La ética debe ser el eje transversal en el sistema penal acusatorio y bajo ésta se deben regir los operadores jurídicos, con los principios de legalidad, objetividad, probidad, buena fe, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad y respeto a los derechos humanos reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales; principios que deben ser observados por las partes procesales y por los impartidores de justicia para garantizar el debido proceso; - Se requiere una actuación objetiva del Ministerio Público, así como la imparcialidad de los jueces y de las juezas, a fin de garantizar el principio de igualdad y el acceso a la justicia. - Mecanismos de supervisión y sanción de posibles actos de corrupción, garantizando mayor transparencia, eficiencia y acceso a la información para todas las partes. Ver más

¿Cuál es su visión acerca de la impartición de justicia y sus propuestas de mejora?

Mi visión sobre la impartición de justicia, particularmente en el ámbito penal, es que el impartidor de justicia debe resolver los conflictos jurídicos de los que tenga conocimiento interpretando los derechos humanos conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a los T... Mi visión sobre la impartición de justicia, particularmente en el ámbito penal, es que el impartidor de justicia debe resolver los conflictos jurídicos de los que tenga conocimiento interpretando los derechos humanos conforme a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a los Tratados Internacionales de la materia, suscritos y ratificados por el Estado Mexicano, lo que implica que de manera oficiosa o a petición de parte debe realizar un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad favoreciendo la protección más amplia de la persona, es decir, que se encuentran obligados a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución, sino también por aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano, adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona. Tiene la obligación de promover, proteger, respetar y garantizar los derechos humanos favoreciendo y brindando mayor protección a los justiciables para logar la eficacia de los derechos humanos. La justicia no puede concebirse únicamente como un mecanismo de sanción; también debe ser una vía efectiva de resolución de conflictos, de protección de las víctimas, de prevención del delito y de reintegración de quienes han cometido una falta. La impartición de justicia debe ser cercana a la ciudadanía, transparente, imparcial, ágil y profundamente respetuosa de los principios del debido proceso para la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Propuestas de mejora: - El Juzgador y/o Magistrado no solo debe conocer el marco jurídico nacional sino el internacional, lo que hace impostergable el estudio de los tratados internacionales en los que se reconocen los Derechos Humanos. - La comprensión, difusión y protección de los Derechos Humanos por parte de las autoridades en general y por el Poder Judicial en lo particular no es una tarea por la que se pueda optar o no. Es una necesidad y una obligación cuya importancia no debe pasar inadvertida para ninguno. - Todos los derechos, sin excepción, deben ser en alguna medida justiciables, lo que significa que cualquier persona debe tener el derecho de acudir ante un juez o tribunal, independiente e imparcial para que resuelva el conflicto jurídico apegado, no solo a la legalidad, sino a la constitucionalidad y convencionalidad. - Se deben difundir los derechos y su contenido, de forma que tanto las autoridades como particulares conozcan lo que señala la Constitución y los Tratados Internacionales. - Al haber ratificado México instrumentos como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los jueces están obligados a velar por su cumplimiento y evitar la aplicación de normas contrarias a su objeto y fin. - Corresponde al juez conocer y determinar la norma aplicable al caso concreto, la cual, en materia de derechos humanos, debe ser interpretada de tal forma que resulte mayor el beneficio al justiciable cuando se trate de definir un derecho protegido y, de forma más restringida, cuando se trate de establecer límites a su ejercicio. - Su actuación debe orientarse a respetar la dignidad humana de las partes que acuden ante el órgano jurisdiccional a solicitar justicia. - Los jueces deben resolver con una correcta argumentación jurídica, y bajo una sólida ética judicial; deben actuar con la debida diligencia ponderando las consecuencias de su decisión. Ver más